Un gol de Fernando Llorente en el último
suspiro clasificó al Athletic para la final de la Europa League, la
primera de su historia, tras apear al Sporting de Portugal (3-1) en un
partido intenso que premió al equipo que más expuso, con un molde
producto de Marcelo Bielsa, que ya tiene un hueco en la historia
rojiblanca
El choque estaba destinado a la prórroga con el 2-1, resultado que
se mantuvo en el marcador tras el tiempo de descanso. Sin embargo, el
emblema de los leones, el riojano Fernando Llorente, metió la puntera en
una fantasiosa jugada de Ibai Gómez para sellar el billete a Bucarest,
donde se medirá al Atlético de Madrid.
Llorente no sólo marcó el definitivo, algo que el fútbol tiene
guardado para unos pocos, sino que además provocó el delirio de San
Mamés cuando construyó los dos primeros. En el gol que abrió la cuenta
asistió con el pecho a Susaeta y en el segundo ingenió un movimiento de
arquitecto para asistir a Ibai Gómez.
El chaval vizcaíno --que ha sido clave en el tramo final de la
competición-- definió con pulso de cirujano para igualar la
eliminatoria. Y es que apenas dos minutos antes, el mejor de los lusos, Van Wolfswinkel, metió el tanto de la discordia tras un zarpazo ajustado
al palo.
Desde ese momento el Athletic disponía de 45 minutos para hacer un
gol sin que lo hiciesen los de Sá Pinto. Se alargó la agonía en la
grada por los disparos de Muniaín, pero sobre todo por los postes de
Javi Martínez e Insúa, que apunto estuvo de batir a Gorka Iraizoz. Pero
la trayectoria de los de Bielsa no merecía un final cruel.
Todo lo contrario. La 'Catedral' acabó con las manos en la cabeza,
suplicando al cielo ese tercer gol. El partido se consumió y el gol de
la victoria llegó en el último momento, cuando el Sporting no tenía
tiempo para reaccionar. El 'shock' fue demasiado grande y la afición
estalló de rabia.
El poso del fútbol de Marcelo Bielsa --sobresaliente en su
ejecución-- ha sido la clave del éxito en un equipo que ha preferido
jugar con la posesión, garantizarse la circulación del balón y apelar al
corazón. Cuando se junta todo esto, el resultado suele ser positivo.
San Mamés comió perdices. Se las merecía. Dos finales no es para menos.
Athletic : Iraizoz; Iraola, Javi Martínez,
Amorebieta, Aurtenetxe; Iturraspe, Herrera (Íñigo Pérez, min.94),
Muniain (Ekiza, min.90); Susaeta, Ibai Gómez (Toquero, min.93) y
Llorente.
Sporting de Lisboa: Rui Patrício; Joao Pereira, Polga,
Xandao, Insúa; Schaars, André Martins (Carrillo, min.83), Matías
Fernández (Carriço, min.46); Pereirinha (Jeffren, min.63), Capel; y Van
Wolfswinkel.
Goles: 1-0, min.17: Susaeta. 1-1, min.43: Van Wolfswinkel. 2-1 , min.45: Ibai Gómez. 3-1, min.88: Llorente.
Árbitro: Martin Atkinson (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla
a los locales Amorebieta, Ibai Gómez, y a los visitantes Van
Wolfswinkel, Carriço y Xandao.
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