El fútbol sin nada en juego es un ejercicio muy parecido a la
gimnasia y ofrece los mismos estímulos que bailar con un perchero. No
hay frotamiento, ni recompensa, ni consecuencia para el futuro. Así, o
parecido, se sintió el Real Madrid en Kuwait. El partido, el último
antes de las vacaciones (el número 59 desde la Supercopa), sólo tenía el
aliciente del caché. La consigna era no hacerse daño ni causarlo en
exceso. Y el objetivo quedó cumplido. Todos contentos, pues, invitados y
paganinis.
Quien más contribuyó al espectáculo fue Cristiano Ronaldo, lo que
está lejos de ser una novedad. Para él hasta los patitos de goma son
piezas de caza. El gen competitivo es consustancial a su ser. Y tal cosa
se agradece, sobre todo, en partidos como el de ayer, amenazados
permanentemente por el sopor. Cristiano regaló a la animosa concurrencia
bicicletas, colas de vaca y un gol de cabeza que le asomó por encima de
uno de los fondos del Kaifan Stadium. Se trata del gol 68º que consigue
esta temporada con el Madrid (60 de ellos en partidos oficiales).
Su generosa actuación le sirvió para exhibir ambición y
capitanía. Con magníficos efectos visuales, todo hay que decirlo.
Alrededor de su bíceps, el brazalete parece un tensiómetro recién
inflado. Incluso más que eso: Cristiano luce el distintivo como el
Capitán América el escudo. Hay gente (poca) a la que le queda bien
cualquier cosa que se ponga.
Pese al protagonismo de Cristiano, Di María (Di Mario, para la
televisión kuwaití) fue quien abrió el marcador. Lo hizo con su especial
facilidad para abrir latas, sean de sopa de tiburón o de dulce de
membrillo. Su zurdazo, seco y raso, dejó la estirada del portero en
inútil palomita.
El equipo kuwaití, no obstante, demostró una fe a prueba de bombas (y
disculpen las metáforas militarizadas). Su entusiasmo a la hora de
empezar las jugadas era tan arrebatador como su pueril inocencia ante la
portería rival. Cuando a los delanteros no les tembló el pulso les
sobró Adán, serio como un ministro de Economía.
En la segunda mitad, Mourinho cambió a todo el equipo excepción hecha
de Altintop, que necesita rodaje. Los cambios del equipo local también
fueron numerosos, aunque resultan más intuitivos. El resultado es que
nada cambió, salvo a peor. Sin Cristiano sobre el césped, el juego se
diluyó hasta hacerse insustancial por completo, suceso habitual cuando
las vacaciones rondan y los percheros se arriman
Kuwait: Khaidi; Maatouq, Award, Fadhli, F.Al-Enezi;
Ansari, M.Al-Enezi, Amer, Ali; H.Al-Enezi y Nasser. También jugaron Al
Hendi, Al Rashidi, Al Maqseed, Al Moussawi, Rashed, Al Salimi y Al
Mutwa.
Real Madrid: Adán; Altintop, Carvalho, Varane,
Coentrao; Granero, Sahin, Ozil; Cristiano Ronaldo, Benzema y Di María.
También jugaron Casillas; Sergio Ramos, Albiol, Arbeloa, Lass, Marcelo,
Kaká, Pepe e Higuaín.
Goles: 0-1, min. 26: Di Maria; 0-2, min. 31: Cristiano.
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