El Athletic de Bilbao ha confirmado a través de un comunicado que el
técnico argentino Marcelo Bielsa continuará un año más al frente del
equipo vizcaíno, al que llegó el verano pasado para completar un gran
año al que solo le faltó la guinda, ya que sufrió sendas derrotas en las
finales de la Europa League y la Copa del Rey.
"El Athletic Club y el entrenador Marcelo Bielsa han acordado
prorrogar la relación contractual que unía ambas partes hasta el 30 de
junio de 2013", señaló este domingo el club vasco en su escueto texto,
con el que ha confirmado que el técnico cumplirá su segundo año en el
club.
Bielsa llegó a Bilbao el pasado verano al inicio de un nuevo proyecto
en todos los sentidos. Josu Urrutia, ex futbolista del club de finales
de los 80 y principios del siglo XXI, relevaba en el sillón presidencial
a Fernando García Macua, trayendo consigo la apuesta por el ex
seleccionador chileno y argentino, en sustitución de Joaquín Caparrós.
El 'Loco', con una única breve experiencia en Europa de seis jornadas
en las filas del RCD Espanyol, al que dejó para tomar las riendas de la
albiceleste, tenía la complicada misión de conseguir que el Athletic
volviese a recuperar parte de su esplendor perdido. Su peculiar
idisioncrasia podría chocar con la tradición de Lezama, pero su método
de trabajo y su filosofía consiguieron cuajar.
El técnico rosarino, campeón olímpico con Argentina en 2004, éxito
que le hizo desquitarse de su fracaso en el Mundial de 2002, donde la
bicampeona mundial no pasó de la primera ronda, se encontró un equipo
con buenos mimbres y apostó decididamente por la juventud. Algunos de
sus cambios no fueron comprendidos de inicio, pero el nivel ofrecido por
los suyos le acabaron dando la razón.
Así, retrasó a Javi Martínez al centro de la defensa, para dotar al
equipo de una mejor salida de balón, y confió el centro del campo a la
pujanza de Ander Iturraspe, el polivalente y multiusos Oscar de Marcos, y
el talento de Ander Herrera, uno de los pocos fichajes con los que
contó. En el centro del campo convirtió en indiscutible a Markel
Susaeta, único de la plantilla en jugarlo todo, y arriba, al poderío de
Fernando Llorente, unió el continuo crecimiento de Iker Muniain.
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