Cristiano celebró el final de partido apretando los dientes, puños al
viento, descargando adrenalina. Había cumplido su misión: Portugal está
en semifinales con otro de sus golazos imponentes. El plan del crack
sigue su curso y ahora lanza un reto a España, a quien espera, siempre
que sea capaz de superar a Francia en los cuartos de mañana sábado.
Chequia entera y Cech en particular sucumbieron a la fuerza de la naturaleza que responde al nombre de Cristiano Ronaldo. Su paso por Varsovia fue como el de un huracán: dos tiros al poste, numerosas escapadas en velocidad, remates imposibles, regates eléctricos... Y una permanente presencia en el juego ofensivo que resultó indomable.
Cristiano rubricó la noche 'robándole la cartera' al tierno Gebre Selassie en un balón aéreo tocado por Moutinho. Cuando el lateral checo quiso despejar, el delantero portugués ya estaba celebrando el gol en el centro del campo. Pura anticipación, puro nervio, fantástico remate en plancha picado que atravesó las manoplas de Cech.
Fue en el minuto 79, pero pudo ser mucho antes. El partido siempre estuvo en manos de Portugal, quizás con excepción de los primeros diez minutos, mientras que Chequia aplicó velocidad al movimiento del balón. Una energía ficticia, que se diluyó como azucarillo cuando al borde de la media hora Cristiano levantó el brazo para decir "aquí estoy yo".
Un tijeretazo que rozó el poste abrió el festival del delantero del Real Madrid. Después una falta. Más tarde una jugada combinada, pecho, control, remate al poste. En pleno recital caía roto Helder Postiga y entraba Almeida. Nada cambiaba el paisaje: el destino de Portugal estaba en los pies de Cristiano. Chequia sólo rezaba por llegar al descanso ilesa y lo consiguió gracias a un portero que rinde por encima de la media de la selección: Petr Cech.
A la vuelta del descanso la presión de Portugal fue insoportable para Chequia. Cristiano lanzaba una falta al palo, después se escapa del tierno y asustado Gebre Selassie para disparar alto. La secuencia de remates era propia de un jugador con todas las opciones de ser distinguido con el Balón de Oro.
Llegada la hora de partido, Chequia movió banquillo para tomar oxígeno. Vaclav Pilar puso de su parte con un par de salidas buenas por la banda. Joao Pereira sofocó el fuego. Con todo bajo control, en el otro lado se empezó a estirar Coentrao, en su mejor versión, y Nani caracoleó en sociedad con un Moutinho que sabe marcar los tiempos con categoría y temple. Era el anuncio de la despedida a Chequia: balón templado y salto de la fiera con cabezazo a la red. España toma nota y acepta el reto.
Chequia entera y Cech en particular sucumbieron a la fuerza de la naturaleza que responde al nombre de Cristiano Ronaldo. Su paso por Varsovia fue como el de un huracán: dos tiros al poste, numerosas escapadas en velocidad, remates imposibles, regates eléctricos... Y una permanente presencia en el juego ofensivo que resultó indomable.
Cristiano rubricó la noche 'robándole la cartera' al tierno Gebre Selassie en un balón aéreo tocado por Moutinho. Cuando el lateral checo quiso despejar, el delantero portugués ya estaba celebrando el gol en el centro del campo. Pura anticipación, puro nervio, fantástico remate en plancha picado que atravesó las manoplas de Cech.
Fue en el minuto 79, pero pudo ser mucho antes. El partido siempre estuvo en manos de Portugal, quizás con excepción de los primeros diez minutos, mientras que Chequia aplicó velocidad al movimiento del balón. Una energía ficticia, que se diluyó como azucarillo cuando al borde de la media hora Cristiano levantó el brazo para decir "aquí estoy yo".
Un tijeretazo que rozó el poste abrió el festival del delantero del Real Madrid. Después una falta. Más tarde una jugada combinada, pecho, control, remate al poste. En pleno recital caía roto Helder Postiga y entraba Almeida. Nada cambiaba el paisaje: el destino de Portugal estaba en los pies de Cristiano. Chequia sólo rezaba por llegar al descanso ilesa y lo consiguió gracias a un portero que rinde por encima de la media de la selección: Petr Cech.
A la vuelta del descanso la presión de Portugal fue insoportable para Chequia. Cristiano lanzaba una falta al palo, después se escapa del tierno y asustado Gebre Selassie para disparar alto. La secuencia de remates era propia de un jugador con todas las opciones de ser distinguido con el Balón de Oro.
Llegada la hora de partido, Chequia movió banquillo para tomar oxígeno. Vaclav Pilar puso de su parte con un par de salidas buenas por la banda. Joao Pereira sofocó el fuego. Con todo bajo control, en el otro lado se empezó a estirar Coentrao, en su mejor versión, y Nani caracoleó en sociedad con un Moutinho que sabe marcar los tiempos con categoría y temple. Era el anuncio de la despedida a Chequia: balón templado y salto de la fiera con cabezazo a la red. España toma nota y acepta el reto.
República Checa: Cech; Selassie, Kadlec, Sivok, Limbersky;Jiracek, Hubschman (Pekhart, min.85), Plasil, Pilar; Darida (Rezek,min.60); y Baros.
Portugal: Rui Patricio; Pereira, Alves, Pepe, Coentrao;Meireles (Rolando, min.88), Veloso, Moutinho; Nani, Postiga(Almeida, min.40) y Cristiano Ronaldo.
Goles: 0-1, min.79: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó con cartulinaamarilla a los portugueses Nani (min. 25) y Veloso (min. 26).
Incidencias: Primer partido de cuartos de la Eurocopa 2012,disputado en estadio Nacional de Varsovia, ante 55.590 espectadores.
Portugal: Rui Patricio; Pereira, Alves, Pepe, Coentrao;Meireles (Rolando, min.88), Veloso, Moutinho; Nani, Postiga(Almeida, min.40) y Cristiano Ronaldo.
Goles: 0-1, min.79: Cristiano Ronaldo.
Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Amonestó con cartulinaamarilla a los portugueses Nani (min. 25) y Veloso (min. 26).
Incidencias: Primer partido de cuartos de la Eurocopa 2012,disputado en estadio Nacional de Varsovia, ante 55.590 espectadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario